jueves, 9 de mayo de 2013

Dogville


Dogville es una película del año 2003 dirigida por el danés Lars Von Trier. Tengo que decir que aunque empecé haciendo esta entrada por obligación (Óscar, te odio), después de ver la película es todo menos eso. Puedo decir que no me dejó en absoluto indiferente.


Desde el punto de vista puramente estético, el escenario de la película es más propio de una obra de teatro que del cine. Apenas hay decorado, toda la acción transcurre en un mismo lugar, el pueblo de Dogville, donde ni siquiera hay casas “físicas”, sólo son líneas blancas pintadas en el suelo. Debemos ayudarnos de nuestra imaginación para imaginarnos las calles, las fachadas… Pero esta escasez de medios no perjudica para nada a la película, es más bien al contrario, te centra en lo que verdaderamente importa: los diálogos y los personajes. Así, el director nos muestra que la genialidad no reside en unos escenarios grandiosos ni en contar con un gran presupuesto.

El argumento está desarrollado en forma de cuento, dividido en capítulos, con un narrador de voz suave de fondo. La película empieza con la llegada a un pequeño pueblo estadounidense, Dogville, de una joven llamada Grace, interpretada por una genial Nicole Kidman, que huye de un grupo de gangsters. En cuanto al eje temporal, la acción sucede en los años 30, en plena depresión americana. Una vez allí, la bella fugitiva se encuentra con Tom, el hijo de un médico jubilado, un filósofo-escritor que la ayuda a ocultarse en el pueblo, convenciendo a los vecinos para que la protejan, al menos durante un periodo de prueba de dos semanas (que se alargará muchos meses). Grace, a cambio, trabaja para ellos.  Pero según pasa el tiempo, y en Dogville aparecen carteles de la policía para encontrarla, sus habitantes exigirán cada vez más de Grace, para que les compensen el peligro que corren al darle cobijo. Así, aprenderá, de una forma brutal, que la bondad en el pueblo es algo muy relativo.  Poco a poco, los maltratos que sufre son cada vez mayores, todo tipo de violaciones, tanto físicas como espirituales. El final es brutal: cuando los habitantes de Dogville, todos, hasta Tom, que era algo así como el novio de Grace, quieren deshacerse de ella, llaman a los gangsters que la perseguían. La gran sorpresa es que el jefe de todos ellos es su padre, que no quiere hacerle daño, sólo llevarla a casa. Después de todo lo sufrido, ella decide vengarse del  pueblo entero y ordena una matanza.


Este pueblo que nos muestra Lars Von Trier es un pueblo mezquino, sin piedad, un pueblo que servirá como metáfora de la naturaleza humana. Todos los habitantes, desde el médico hipocondríaco hasta el ciego que simula ver, están en contraposición de la bella y frágil Grace, que simboliza la generosidad, la inocencia, el amor… "otro humanismo”, ellos se comportaran siempre de forma cobarde, hipócrita y codiciosa. Creo que uno de los grandes temas de esta película es que el mal puede crecer en cualquier parte, si se dan las condiciones necesarias. Más que un código moral, lo que guía a la gente es lo que el grupo concreto al que pertenece establece como bueno o malo, la culpa no quita el sueño. Así, cualquier decisión que beneficie al conjunto puede maquillarse con palabras, lo importante es que suenen razonables…
 
Esto choca con el emotivismo ético, que defendía que la moral está basada en el sentimiento que causa en nosotros, de forma nada racional. Está claro que los habitantes del pueblo no actuaron bien con Grace, pero ellos no lo saben, porque creen que sus actos están justificados. Siempre consideran que están en su derecho, desde el caso de la maestra, que piensa que merece un castigo, hasta el del transportista, que debe cobrar una deuda. El único criterio de comportamiento es la satisfacción del mundo individual. Sin embargo, en el extremo totalmente opuesto está Grace. A pesar de haberse criado en un mundo en el que el crimen está a la orden del día, ella lo rechaza, y escapa del lado de su padre.


Podríamos dividir la película en tres partes: la acogida de Grace, el abuso de ella y finalmente, el castigo a Dogville.



La acogida, realizada por Tom en un principio, podría ser interpretada en términos de la ética deontológica: lo que motiva al protagonista es el deber, defender una vida y una dignidad sería obligatorio para Kant. Sin embargo, el viejo prusiano puede que no estuviera del todo  de acuerdo con lo que el escritor hizo, ya que para ello tuvo que mentir: algo insalvable en cualquiera de los casos. Desde otro punto de vista, el utilitarista, mentir es algo indeseable, pero en ocasiones como esta, en las que provocan mayor beneficio, sería aceptable. 


En el abuso, se sigue una lógica que podríamos llamar "de mercado": cuanto mayor sacrificio, mayor contribución. Esta idea, también podemos relacionarla con el utilitarismo, en el sentido de evaluar las circunstancias de un acto para obrar en función del beneficio o perjuicio de él. Y aquí es donde podemos encontrarnos el primer conflicto moral: la moneda de cambio, no es algo abstracto y sin vida como es el dinero, es una persona: Grace. Pero es que es esto lo que ella representa para el pueblo, un cuerpo disponible para utilizar según los intereses particulares de cada habitante, cosificándola.  Además... ¿Es equiparable lo que está haciendo Grace por el pueblo y lo que éste hace por ella? En realidad, el enorme sacrificio del pueblo es mentir cada vez que las autoridades preguntan por la fugitiva, algo que era igual el día que decidieron acogerla... Pero aún así, aunque ella lo esté pasando mal, aporta bienestar al conjunto del pueblo, por lo que para un utilitarista puede que en Dogville no se esté actuando tan mal, al fin y al cabo (la mayor felicidad para el mayor número). Al contrario, para mi querido Kant no, ya  que cada hombre es un fin en si mismo y no el medio para los fines de otros. 





En cuanto al final, me parece muy revelador el momento en el que Grace y su padre hablan de la arrogancia. Él, le dice que no le gusta que le llame arrogante porque es ella la que más arrogante es. ¿Por qué? Por perdonar a las personas, ya que siempre ha disculpado todas las malas acciones que la gente ha tenido con ella, ha comprendido que no era culpable de actuar mal, si no que era víctima de su destino. Pero su padre le dice que no hay mayor arrogancia que permitir el mal, no saldar las deudas con justicia, ya que aunque hay que ser comprensivo y clemente, no se puede serlo siempre. Así, ella se da cuenta de que no hay ninguna razón justificable para que la hubieran maltratado, y decide usar las mismas normas que se impone a sí misma para con los demás, y al final, pide que acaben con todos y cada uno de ellos, pasando de ser un ángel a un demonio, porque no puede salir nada bueno de allí, dejando vivo sólo al perro animal.  ("Hay una familia con niños...Que los maten primero y que la madre lo vea. Que los maten uno a uno y que le digan que pararán si pueden controlar las lágrimas.") Pero aun así, hay que puntualizar que la moraleja de la peli no es "Oh si, debemos matar a todo el mundo, todo el mundo es malo malísimo, tiro en la cabeza".

La maldad de la película no es una maldad irreal o caprichosa, sólo hay que pensar en los innumerables actos de violencia física o moral que se ha practicado (o se practica) a lo larg o de toda la historia de la humanidad, contra toda persona que se haya considerado inferior (negros, judios, musulmanes...). La protagonista se encuentra en una posición semejante, los habitantes de Dogville son sus dueños. En definitiva, el poder sobre un individuo corrompe. 

Por otro lado, creo que la película también tiene muchas más cosas, hace una especie de crítica a la democracia (el consenso de un grupo puede ser realmente muy injusto) del estoicismo, de la maldad y no inocencia en la infancia, de como algo que en un principio es innecesario puede convertirse en indispensable.... Pero no me voy a enrollar más.


En definitiva, Dogville me ha parecido un peliculón, y tengo que confesarlo: hasta que los mafiosos no le reventaron la cabeza al niño insoportable no estuve tranquila, maldito crio. Y al horrible Tom también. 




1 comentario:

  1. Muy bien Alba, pero si alguien que no haya visto la peli se acerca a este post en busca de información se la chafas por completo. Avisa antes (spoiler) cuando desveles la trama.

    La lectura ética que haces no es exactamente la que yo haría, pero eso es lo bueno del arte, que no tiene una lectura fija y determinada.

    Hay una segunda parte, Manderlay, que no tuvo éxito ni de público, ni de crítica y, sin embargo, a mi también me gusta mucho y complementa esta peli. Para mi, Dogville es una parábola ética y Manderlay una parábola política. En general el cine de Lars Von Trier es muy sugerente e interesante ( especialmente: Rompiendo las olas y Bailando en la oscuridad) y sin embargo el tío parece un cretino. Me recuerda el caso de Mozart: un artista mayúsculo que cuando hablaba de su música o de cualquier otra cuestión, no decía más que tonterías.

    Saludos

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