Últimamente, con la LOMCE, se
están planteando este tipo de cuestiones.
En efecto, lo es. Absolutamente.
La filosofía es tremendamente inútil. En un sentido económico, la filosofía no
aporta nada al mundo. Un ingeniero de la NASA puede ser igual de buen ingeniero
sin tener ni idea de quienes eran Platón o
Nietzche. Pero... ¿A caso no somos algo más que eso? Se supone que nos
forman como personas, no como máquinas productoras para este sistema en el que
vivimos.
Después de dos años cursando esta asignatura, lo menos que
puedo hacer es alarmarme por el tipo de gente que nos gobierna, realmente creen
que la filosofía es inútil. La otra opción es que sepan que sí que aporta
mucho, y en ese caso es todavía menos positivo, lo único que pretenden es que
seamos todavía más ignorantes. Personalmente, creo que he aprendido muchas
cosas.
Este año, con Platón, he aprendido que el conocimiento lo
forma las relaciones entre ideas, que algo por separado no tiene valor. Que
salir de la oscuridad, de la caverna, requiere su esfuerzo, que es algo que
debemos hacer gradualmente y que en ocasiones conllevara sufrimiento. Que la
sociedad en la que cuyos gobernantes estén menos ansiosos por serlo será
necesariamente la que mejor viva, que curioso. La importancia de la educación.
Con Aristóteles, que los extremos no son lo deseado, que la
virtud está en el “justo medio”, y que sólo podré alcanzar la felicidad
desarrollando lo que es propio para mí, la razón. Que para conocer algo debemos fijarnos primero en
las causas, a no juzgar sin conocer lo que hay detrás. Que el mundo está en
movimiento, y que todo esconce una potencia, algo que puede llegar a ser.
Con Descartes, que sólo debo fiarme de lo que sea “claro y
distinto”, de que las cosas no deben decirse dando rodeos, que hay que
presentar la verdad de forma evidente. Que antes de dar algo por hecho hay que
pararse a pensar, hay que analizar lo que se presenta ante nosotros, a no
aceptar y dar por verdadero todo. A no dejarme manipular, o por lo menos a
intentarlo.
Con Hume, que lo que conocemos no es el mundo, sólo
representaciones de él. Que al final, sólo somos un conjunto de impresiones e
ideas, y que a veces hacemos relaciones forzadas que no siempre son verdaderas…
Que si vemos muchos patos negros a veces podemos sacar la terrible conclusión
de que todos los patos son negros.
Con Kantito, que el verdadero conocimiento será el que se
apoye en la razón y la experiencia, que estas dos por separado no tienen ningún
valor. Que cuando aprendemos, nosotros
también ponemos nuestra parte, que el sujeto conocedor no es pasivo. Que
nuestra naturaleza siempre nos llevará a hacernos preguntas como que si existe
Dios, pero que no podremos contestarlas.
Y en cuanto a Marx, que para ser felices debemos hacer lo
que nos gusta. Que somos entes sociales, y que lo propio es vivir en sociedad.
Que nuestra esencia es algo externo, que debemos realizarnos trabajando, que
por muy perezosos que seamos, que yo sea, sólo podré autorrealizarme haciendo cosas,
trabajando. Y que somos lo que el mundo
hace de nosotros, que a partir de las
relaciones de producción se nos define la cultura, la religión…
Lo he dicho muy por encima, hay muchas más cosas que sacar
de este curso (y no dije nada del año pasado), pero no quería hacer algo muy
largo. Además, creo que con esto ya se puede
decir que he sacado algo provechoso de este curso, y esa es la idea que quería
transmitir.
Quitando la obligatoriedad de esta asignatura en segundo de
bachillerato, un curso con bastantes cosas que hacer, y siendo una materia a la
que hay que dedicar bastante tiempo, sólo van a provocar que muchos jóvenes
pierdan algo que les puede enriquecer mucho.
PD: Óscar, te hago esta entrada para que veas que aunque
parece que no te hacemos caso nunca, lo que haces sirve para algo.
¿Es para mi? Me la quedo. La subo a "mutatis". Un bonito final para el blog, Alba. (Aunque no tiene que ser el final de nada. Confío en tu espíritu estajanovista)
ResponderEliminarUn abrazo.